Jesucristo
el Mesías para los cristianos.
En el Antiguo Testamento, el sumo sacerdote y el rey recibían la unción del crisma que los consagraba a Dios.
En el Nuevo Testamento, después de la muerte ignominiosa de Jesús,
se le pudo dar este título, no sin transformar su significado, lejos de toda clase de poder que no fuera el propio.
Traducido al griego es Cristo.
Al propagarse el cristianismo por el mundo griego, que no entendía el sentido del título, se convirtió en otro nombre propio de Jesús.